lunes, 11 de abril de 2016

En homenaje a Lucas Aguilar

Las cosas aquí funcionan demasiado deprisa, pensé

Artículo de Emilio Ortiz Pulido
 Foto eldigitalalbacete.com

Ayer nos dejaba uno de esos célebres necios a los que Silvio canta en su canción, uno de esos imprescindibles que mencionaba Bertold Brecht.

En el día en que celebrábamos el XX congreso de su partido, el Partido Comunista de España y el 39 aniversario de su legalización, el corazón físico de Lucas Aguilar dejaba de latir.

Comencé a vivir en Albacete hace dieciséis años. En dos días ya me habían integrado en el movimiendo sindical y político de la ciudad. Al tercer día conocí a Lucas Aguilar, tomando café con el recién elegido secretario general de nuestra federación en CCOO. Lucas me propuso esa tarde formar parde de la Plataforma de Trabajadores Contra la Constitución Europea. Las cosas aquí funcionan demasiado deprisa, pensé. 

Me sorprendió la naturalidad, franqueza, honestidad y firmeza con la que me invitó a formar parte de dicha plataforma sin saber cuáles eran mis planteamientos al respecto. 
Foto Facebook de Lucas Aguilar Bañón

Hace unos días, Lucas y yo recordábamos esto junto a otras y otros camaradas. Mas tarde, al conocer la fibra de la que estaba hecho Lucas, supe que él hubiera expuesto su intención fuese cual fuese mi planteamiento, pues jamás se escondía de nada ni de nadie. Lo que decía, uno de los imprescindibles de los que hablaba Bertold Brecht, uno de los célebres necios a los que canta Silvio.

Hay dos frases que me encantan de Lucas y que me decía siempre con el mismo respeto y cariño pese a ser ambas opuestas: "No estoy de acuerdo con eso, Emilio" y "¡Sí señor, con dos cojones, yo estoy contigo en eso!". Hace poco más de un mes, nos decía que a partir de ahora nos íbamos a ver poco. Las cosas aquí funcionan demasiado deprisa, pensé.

Ayer a las 9:10, el corazón físico de nuestro camarada y amigo dejaba de latir pero eseotro corazón que Lucas tiene aún más grande, ese otro corazón humanista y revolucionario, que Lucas siempre tuvo rojo y a la izquierda, eso otro corazón, jamás permitiremos que deje de latir en nuestra memoria. 

Decía Víctor Hugo que a los grandes hombres (yo añado y a las grandes mujeres), hay que imitarlos, no admirarlos. Yo pienso admirar, imitar y difundir el ejemplo de Lucas hasta que la consciencia me lo permita, hasta la victoria siempre.

Emilio Ortiz Pulido, domingo 10 de abril de 2016.